Los niños de hoy en día tienen mucha información a su alcance: la tele, YouTube, las redes sociales… Son medios maravillosos si se emplean bien, pero tienen el inconveniente que la información siempre llega a través de una pantalla.
No es lo mismo que aprender mediante la observación directa.
De acuerdo, es bastante difícil observar directamente un tigre de Malasia o una ballena azul. Pero te propongo una experiencia mucho más sencilla y al alcance de todos.
Observar insectos.
El Triple Bug Viewer
Para eso te recomiendo un artilugio bien sencillo y relativamente económico: el Triple Bug Viewer (lo puedes comprar en Amazon por menos de 10 euros).
Se trata de una especie de vaso de plástico con dos lupas que aumentan considerablemente la visión. Esto permite que los niños puedan observar el insecto con toda precisión.
Gracias al Triple Bug Viewer los niños pueden ver los pequeños detalles del insecto desde todos los ángulos (incluso tiene un pequeño espejo para observar el insecto por la parte de abajo).

Los beneficios de observar insectos
Estos son algunas de las ventajas que obtendrán tus niños al hacer esta actividad:
- ayudará a los pequeños a superar los miedos a algunos insectos (arácnidos, abejas, etc.)
- trabajarán el sentido de la observación
- mejorarán la capacidad de concentración
- podrán observar con detalle cómo son los insectos: las alas, las patas, la cabeza…
- les permitirá estudiar cómo se comportan: la forma de comer, de caminar, el movimiento de las antenas…
- desarrollarán el amor por la naturaleza y por los seres vivos
- les estimulará su curiosidad natural
- ¡y pasarán un rato muy agradable!
No está nada mal, ¿verdad?
Cómo usar el Triple Bug Viewer
Puedes realizar esta actividad con tus niños en cualquier lugar: durante una excursión, en el parque, en la piscina o incluso en el salón de tu casa.
El Triple Bug Viewer incluye unas pinzas de plástico para coger los insectos, pero no te las recomiendo. (Si intentas atrapar el insecto con las pinzas podrías herirlo.)
Lo mejor es usar el vaso del Triple Bug Viewer para atrapar el insecto, y luego poner la tapa rápidamente y con cuidado de no lastimarlo.
La tapa trae unos pequeños orificios para que el insecto pueda respirar.
Si tu hijo aún es pequeño puedes guiarlo un poco en la observación. Le puedes hacer preguntas para estimular su curiosidad, por ejemplo:
- ¿tiene pelitos en las patas?
- ¿cómo son las alas?
- ¿dónde tiene la boca, la puedes ver?
Y así por el estilo.
También puedes intentar responder a sus preguntas si conoces la respuesta, o bien buscar la información en internet. (La Wikipedia es un buen punto de partida para obtener información sobre los insectos).
Para sacar el máximo rendimiento a la observación, aprovecha el entusiasmo y las ganas de saber de tus pequeños para que anoten y dibujen todas las curiosidades del insecto que les llamen la atención.
Si los niños tienen miedo de algún insecto en concreto, puedes trabajar con ellos para que lo conozcan y lo observen de una manera tranquila y segura.
Recuerda que a los niños pequeños les encanta que les cuenten historias, así que puedes darles información sobre el insecto en forma de cuento. De esta forma la experiencia será doblemente interesante.
Un ejemplo práctico del uso del Triple Bug Viewer
En este caso la oportunidad vino a nosotros. Pudimos observar a nuestro pequeño visitante cómodamente en el salón de casa.
Todo empezó cuando estábamos desayunando. Como hacía calor teníamos la ventana del balcón abierta de par en par, y por ella se coló… una avispa.
Vino a la mesa a revolotear y a mirar qué desayunábamos, y los niños se levantaron asustados.
Los papás intentamos jugar nuestro papel y mantener la calma, pero he de reconocer que el insecto en cuestión no es de mis favoritos… así que yo también acabé por levantarme.
La avispa se posaba donde quería y campaba a sus anchas por nuestro desayuno: mermelada, zumo de naranja… Estaba en la gloria.
Leo decidió atrapar la avispa, ya que él se suele encargar de esta tarea cuando nos vienen a visitar estos insectos (los atrapa con un tupper y los libera fuera de casa).
Esta vez, en cambio, Leo decidió aprovechar la ocasión y atrapó la avispa con el vaso del Triple Bug Viewer, de manera que los niños pudieran observarla de cerca.
He de reconocer que a mí y a los niños nos hubiera costado mucho observar estos insectos tan cerca si no hubiéramos tenido el Triple Bug Viewer.
Sin embargo, la avispa no paraba de revolotear y no había manera de observarla. Para que se quedara quieta se me ocurrió ponerle un poco de azúcar en el vaso.
¡Funcionó! La avispa se quedó más tranquila y nosotros pudimos observarla con todo lujo de detalles. Incluso pudimos ver cómo se comía el azúcar moviendo sus mandíbulas. 😯
Y así, mientras nuestra nueva amiga disfrutaba del azúcar, pudimos finalmente terminar de desayunar.
Ya lo hemos observado… ¿y ahora qué?
Mientras observaban la avispa, los niños no paraban de hablar de sus ojos, sus mandíbulas, de por qué le gustaba tanto el azúcar…
De una forma totalmente espontánea empezamos a hablar de dónde vivían las avispas, de sus huevos, sus crías y las diferencias entre avispas y abejas.
Después de un rato largo, cuando los niños empezaron a perder el interés por la novedad, les pedí que dibujasen en sus cuadernos de exploradores lo que habían visto. ¡Lo hicieron encantados!
Esa mañana, sin haberlo planificado, los peques aprendieron un montón de cosas sobre las avispas y además pasaron un buen rato.
No le hemos perdido el miedo a las avispas (ni creo que se lo perdamos), pero sí que te puedo decir que ahora las vemos de forma distinta.
¿Y tú? ¿Has intentado observar insectos con tus niños? ¿Empleas el Triple Bug Viewer, o lo haces de otra manera?
¡Te invito a que me lo cuentes en los comentarios! 🙂