¿Estás de vacaciones o te falta poco para estarlo? ¿Tienes a tus pequeños contigo y quieres regalarles algo tremendamente especial?
Hazles un regalo inolvidable conectándoos con la naturaleza.
Prepara una salida con niños para daros un baño en un lago o un río. Ahora es la ocasión perfecta para hacerlo.
Es una sensación única tanto para los más pequeños como para los que no lo son tanto.
Además es una aventura asegurada. ¿Te la vas a perder?
Hacer una salida con niños a la naturaleza para sentir la sensación del agua fría (¡o helada!) bajo tus pies es impresionante.

Todo lo que nos hace sentir que somos animales y nos conecta con la Madre Tierra nos da vida y felicidad.
Lo he podido comprobar no solo en mi propia carne, sino que también lo he visto a través de mis hijos, así como en las salidas con niños que había hecho cuando practicaba el escultismo.
Ver cómo disfrutan, ver sus caras de sorpresa y felicidad al llegar a sitios como los de la foto, te llenará de una manera que nunca antes sentiste.
Al menos es lo que a mí me pasa. 🙂
Piensa que solo tienes que caminar un poco para encontrarte con un lago o un estanque natural como este…
Vale la pena hacer un pequeño esfuerzo, ¿verdad?
CONTENIDO ⇨
Cómo hacer que las salidas con niños sean exitosas
Para que las salidas con niños salgan bien solo tienes que tomar en cuentas unas cuantas medidas a la hora de organizarlas.
Debes proporcionarles diversión y que el camino no se haga muy pesado y lento para ellos.
También tienes que tener en cuenta la edad y el tiempo que dura la excursión.
Si en la señal pone 3o minutos… ¡cuenta 1 hora y media! (Naturalmente, también dependerá de la edad de los niños y de si están acostumbrados o no a andar por la montaña.)
Pero además de esto, también deberás contar con el tiempo que necesitarán para experimentar el nuevo entorno y las pequeñas cosas que descubrirán por el camino.
¿Para qué ir a la naturaleza si luego andamos con prisas y no podemos conectarnos con la Madre Tierra?
Las salidas con niños a la naturaleza deben ser tranquilas, respirando el momento y tomándonos el tiempo necesario para formar parte de ella.
Así que no te olvides de tener en cuenta todo este tiempo extra.

Una de las claves del éxito en las salidas con niños a la naturaleza es que se lleven un buen recuerdo.
Si creas recuerdos inolvidables alrededor de la Madre Naturaleza, estos se reflejarán en las próximas salidas.
Te detallo otros puntos importantes que debes tener en cuenta para que tus salidas con niños tengan éxito:
- Conocer la zona donde vas a realizar la excursión (llevar mapas, estar informado de la ruta, etc.)
- Avisar a alguien de dónde vas a estar.
- Seguir las señales de las rutas y saber reconocerlas e interpretarlas.
- Seguir el camino marcado.
- Saber qué tiempo hará, de manera que no te encuentres con imprevistos.
- Llevar agua para todos, algo para comer (y frutos secos), buen calzado, protección solar y ropa para abrigarse y protegerse del viento. También es recomendable que lleves una brújula si la sabes usar y/o un GPS.
Es ideal si puede acompañarte alguien que sepa moverse por la montaña y que conozca la ruta como la palma de su mano.
La aventura está asegurada si tienes paciencia y ganas de descubrir todo lo que te rodea.
Conociendo y respetando la naturaleza
Hay tantas cosas nuevas que descubrir mientras disfrutas de las salidas con niños por los parques naturales o áreas protegidas que es imposible no maravillarse.
Desde las piedras, los insectos y las plantas hasta las aves o los peces de los ríos y lagos… Nos deslumbrarán y asombrarán tanto a los más pequeños como a nosotros mismos.

Eso sí, hay que conocer y respetar todas las normas de los parques naturales. Pero no te asustes, no es más que sentido común.
Aunque las normas suelen ser bastantes similares cada parque se rige por las suyas propias, así que es bueno que las conozcas.
Estrategias para disfrutar las salidas con niños a la naturaleza
En las salidas con niños a la naturaleza podemos disfrutar todos como enanos.
Solo tienes que saber las necesidades de los más pequeños y las tuyas propias a la hora de organizar la salida.
Conocer a nuestros hijos y sus posibles reacciones está bien, pero sin dejar de lado las nuestras propias.
Por ejemplo, si no tienes mucha idea de ir por la montaña, si te aburres cuando haces caminatas largas, o bien si no estás en plena forma, es mejor que seas conscientes de eso.
Siempre será mejor hacer una salida con niños corta y fructífera que una larga y frustrada.
Tener una predisposición a tener una experiencia gratificante y ser optimistas hará que todo vaya bien, sin descuidar la preparación, conocimiento y algunos trucos para hacer amena la excursión a los más pequeños.
Si organizas la salida con niños de esta forma te proporcionará una conexión plena e inolvidable con la naturaleza.
Algunas estrategias que me han funcionado en las salidas con niños
Las he aplicado a modo de juegos para los más pequeños, pero con el objetivo claro de hacer y poder disfrutar al máximo las salidas con niños.
Déjales libertad de movimientos
Algunos niños necesitan experimentar con cierta libertad (experimentar sus límites, fuerza, miedos, etc.) y caminar en el primer lugar.
Si es el caso de tu niño, deja que lo haga. Le dará seguridad en si mismo y se sentirá importante.
Pero no lo pierdas de vista, por si acaso. 😉

La manada
Por el contrario, hay otros niños que necesitan sentirse acompañados y que les expliques lo que ven.
También la edad jugará un papel determinante.
Acompáñalos en sus necesidades. Como en la vida misma.
Cada uno con su ritmo.
Sentirse acompañado da seguridad, te hace formar parte de un todo y te da la sensación de “pertenecer a la manada”.

Role-playing game
Deja en algún momento que los más chiquitines puedan ir delante marcando el camino.
Es tan importante para ellos como para que los más intrépidos conozcan las necesidades y dificultades que tienen los más peques.
De este modo el mayor entenderá que debe respetar y tener en cuenta el ritmo de todos.
Así los estimularás a todos por igual y conocerán todos los papeles o roles.

Leyendas o cuentos como herramienta didáctica
Contar historias o alguna leyenda sobre la zona
Les ayudará a distraerse y hará más ameno el camino tanto para ellos como para nosotros.
Enseñarles alguna planta que conozcas
Les dará confianza y en las próximas salidas con niños ellos mismos podrán explicar lo que han aprendido a los demás.

Explícales el significado de las señales de la montaña
Por ejemplo, hay una costumbre entre excursionistas o conocedores de la montaña de saludarse cuando se encuentran con otro excursionista.
Se cuenta que es porque si te pasa algo (o si le pasa algo a la otra persona), el haber saludado antes es como si se hubiese roto el hielo (y de paso enseñas a los peques a ser educados).
Otro ejemplo: cuando encuentras una columna de piedras en el camino puestas una sobre otra encima de una gran roca.
El significado es, más o menos, que cada persona que hace ese camino deja constancia de sus paso con su piedra.

Juegos espontáneos
Otra estrategia para que los niños no se aburran y no empiecen a hacerse un poco insoportables es estimularlos con juegos.
Un buen juego si estás siguiendo un camino que está dentro de un Pequeño Recorrido (PR) o de un Gran Recorrido (GR) es estimularlos para que encuentren las señales (normalmente están pintadas en las piedras o en los árboles).
De esta manera están “obligados” a ir los primeros y no te pedirán que los lleves en brazos todo el rato.

O puedes pedirles que busquen diez cosas (piñas secas, hojas o lo que sea) de distinta forma o tamaño. Esto les hará caminar en busca de esas cosas.
No se lo pongas muy fácil ni tampoco demasiado difícil… sino no dará resultado.
Anécdota del camino
Este recurso también va bien si son pequeñines, o al menos a mí me funciona. Explícales que sus piernas necesitan ser entrenadas para hacerse fuertes, y que así crecerán mucho.
Mientras le explicaba esto a mi dulce niña de cuatro años durante nuestra última salida, ella iba caminando con sus ojos enormes mirándome como si le hubiese descubierto la séptima maravilla del mundo.
¡Bendita inocencia!
También les puedes pedir que plasmen todo lo que han vivido en sus cuadernos de exploradores, mientras hacéis una parada para descansar o refrescaros en el río.
Por cierto si todavía no tienen un cuaderno de pequeños exploradores, ¡ahora es un buen momento para hacer uno!

Los frutos secos (dan energía y pueden ser buenos aliados)
Como último recurso puedes echar mano de la comida.
¡Nunca falla!
Te pongo un ejemplo.
Estábamos de vuelta, y los peques ya estaban cansados de caminar, jugar a pescar peces con las manos, ver las vacas y escuchar a los insectos y las aves…
Después de horas y horas de diversión… ¡ya no podían más!

Pero eran ya las siete de la tarde y los guardas no tardarían en terminar su tarea.
Además, se hacía tarde para cenar. ¡Teníamos que darnos prisa!
Así que los chantajeamos con las almendras.
Les propuse un juego: atrápame-si-puedes-y-comerás-almendras.
Suena un poco cruel ¿verdad?
¡Pero ellos se lo tomaron muy bien!
Fue ver las almendras y empezar a jugar.
Créeme, bajaron corriendo. ¡Literalmente!

Y así, jugando y como el que no quiere la cosa, conseguimos bajar a un ritmo bastante bueno.
Y lo más importante, con una sonrisa en la cara y con ganas de más aventuras.
Lo bueno de estas estrategias es que estarán entretenidos jugando y experimentando el entorno.
Y como consecuencia, les habrás enseñado a modo de juego a respetar y amar la naturaleza.
Lo mejor de nuestra salida con niños: la estancia en el lago
En el caso de nuestra salida, cuando llegamos al lago los peques se bañaron, observaron, comieron, jugaron y se lo pasaron en grande.
Estaban en su salsa, en plena conexión con la Madre Tierra, como si hubiesen formado parte de ese lugar desde siempre.

Sin duda, una de esas experiencias que penetran en el interior.
De aquellas que te llenan y te hacen sentir feliz.
De las que dejan huellas y recuerdos de la infancia para siempre.

También tuvieron momentos de máxima creatividad e instinto. Por ejemplo, a nuestros dos pequeños intrépidos se les metió en la cabeza que tenían que pescar los pequeños peces del lago.
Pero al estilo ancestral: con las manos.
Ver cómo se las ingeniaban e inventaban todo tipo de estrategias para atraparlos fue muy divertido.

Hasta lo intentaron con el vaso del Triple Bug Viewer, naturalmente sin ningún éxito.
Después intentaron pescarlos como hacen los delfines: en grupo e intentando acorralarlos.
En esta técnica de pescar nos unimos todos, dándole sentido otra vez a la manada: la familia, el trabajo en equipo…
¡Súper divertido! 😆

En resumen
Desconectarse de todos los problemas y conectarte con la tierra, respirar, mirar las nubes estirado en el suelo rodeado de vegetación salvaje, es una de las experiencia más gratificantes que les puedes regalar a tus hijos.
Además de cargarte las pilas después de está conexión con la Madre Tierra, que tal vez te inspire para otros proyectos de la Rusketa, por ejemplo el de cómo hacer atrapasueños indios.

Y como todo lo que vale la pena, sin gastar mucho dinero.
Para ser feliz no tienes por qué llevarlos a sitios caros y gastarte un dineral en una entrada.
Puedes disfrutar y aprender con lo que te rodea si tienes la actitud correcta.
Un día perfecto que quedará grabado en los recuerdos de la infancia, disfrutando de la Madre Naturaleza y de la familia en plena libertad.

Cuéntame tus experiencias de tus salidas con niños a la naturaleza o haz cualquier tipo de comentario sobre el artículo.
Es fácil y a mí me hace feliz.
¡No lo pienses, escribe!