Los niños son exploradores natos. Pero con el estrés y las prisas, muchas veces no nos acordamos de dejarlos explorar.
¿Cómo fomentar en tus pequeños sus ansias por experimentar y explorar el mundo que les rodea?
Voy a compartir contigo cómo lo hago con mis niños. Verás que es un método muy sencillo, pero muy eficaz.
Un día se me ocurrió que sería bueno si los niños pudieran plasmar de forma ordenada todos sus descubrimientos y observaciones. Así que una tarde, después del cole, fuimos juntos a la librería y compramos una libreta de hojas blancas, un lapicero para cada uno y una caja de 12 lápices de colores.
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Con este material tan sencillo los convertí en exploradores
Así que ahora, cuando voy a buscarlos a la salida de la escuela y les propongo hacer una excursión por la naturaleza, ellos ya saben que en la mochila llevo la merienda, las cantimploras… y su material de exploradores.
Y ya no preguntan qué tienen que hacer. Simplemente empezamos a caminar en dirección a la naturaleza, sin limites y con muchas ganas.
Los peques están encantados. ¡Les gusta mucho salir a hacer estas excursiones!
Ellos saben que pueden pararse donde quieran a mirar las hormigas, o tal vez algún escarabajo… Sacan sus cuadernos y anotan, dibujan, pintan sus aventuras en plena naturaleza. Lo hacen de una forma espontánea, y puedo asegurarte que en esos momentos son muy felices.
¡Se lo pasan en grande!
Al principio tenía que guiarlos un poco, pero ahora la más pequeña me pide su cuaderno al mínimo detalle que ve: si encuentra una mariposa, si ve una flor que le gusta… o cualquier cosa que le llame la atención.
Voy a darte algunas pistas de cómo puedes motivar a tus niños a ser curiosos y a saber en qué pueden fijarse. Si los niños no están acostumbrados a salir a la naturaleza, puede ser que al principio les cueste un poco centrar su atención y pasen por alto muchas cosas curiosas.
Pero ya verás como muy pronto… ¡serán exploradores expertos!
Cómo despertar su interés
Los niños más pequeños, de por si, son muy curiosos y tienen muchas ganas de aprender.
Así que debes estar preparado para cuando te bombardeen con miles de preguntas.
Te lo pasarás mejor si te preparas un poco. Por ejemplo, puedes buscar en internet los nombres de unos cuantos árboles típicos de tu zona. Eso te será fácil y no te llevará mucho tiempo. Y también el nombre y las características de algún que otro insecto que puedas encontrar en la salida.
Conocer esta información de antemano te dará más seguridad a la hora de responder a sus preguntas. También te irá bien para llamar su atención sobre cosas interesantes: cómo distinguir los árboles unos de otros, curiosidades de algún insecto en concreto, alguna planta típica de la zona, etc.
Tus hijos, al ver que les cuentas y que sabes cosas, se irán interesando y sentirán un interés progresivo por saber más.
También es posible que, eventualmente, te pregunten alguna cosa que no sepas. ¡No pasa nada! No tienes que saberlo todo. Por ejemplo, si se trata de una planta que no conoces, les puedes pedir que la dibujen en su cuaderno y que tomen una pequeña muestra para luego buscar información juntos.
Esto os unirá, y además compartiréis tiempo de calidad.
De este modo tan sencillo y ameno habrás conseguido uno de tus objetivos: despertar su curiosidad por descubrir cosas nuevas.
Cómo incentivar el sentido de observación
Es muy fácil. Sal con tu niño a dar una vuelta por el barrio, y pídele a tu pequeño explorador que anote en su cuaderno todo aquello que le llame la atención.
Cualquier cosa sirve: desde un gato hasta las rosas del jardín de una casa.
Este ejercicio, además de despertar su sentido de observación, le servirá para concentrarse en los detalles de las cosas más pequeñas y cotidianas.
Es una buena manera de aprender a observar con atención y a valorar las pequeñas cosas que nos rodean.
Un ejercicio muy completo pero a la vez muy sencillo, ¿no crees?

Cómo trabajar el sentido de orientación
Si tienes una brújula y sabes cómo utilizarla, ¡genial! Puedes estimular a tus niños para que la utilicen. Es un instrumento que les encanta.
También puedes enseñarles a orientarse con el sol y las estrellas, y hasta puedes inventarte algún juego de orientación para hacer en el camino.
Por ejemplo, si tus niños son pequeños puedes ayudarlos a hacer en su cuaderno un pequeño mapa por los sitios por los que paséis. En la próxima salida, pídeles a tus pequeños exploradores que utilicen el mapa que dibujaron la última vez. Con tu ayuda, haz que se fijen y reconozcan las señales y los sitios que habían marcado en el mapa: de este modo irán aprendiendo a orientarse por si solos.
Puedes repetir el mismo camino varias veces, de manera que los pequeños puedan ir afianzando sus conocimientos de orientación. Esto les dará autonomía y les subirá la autoestima.
Si ves que este tema les interesa y quieres motivarlos aún más, puedes sacar el máximo rendimiento del mapa escondiéndoles en el camino alguna cosa que deberán encontrar, a modo de juego de pistas.
(Si te gusta la idea pero no sabes cómo hacer un juego de pistas, déjame un comentario y más adelante haré un post sobre este tema.)
Decorando los cuadernos de los pequeños exploradores
Por último me gustaría explicarte, con la ayuda de mis pequeños, cómo han decorado sus cuadernos de exploración.
Te puedo decir que esta parte les ha encantado, y se han puesto supercontentos de poder personalizar su cuaderno. Es bastante lógico, pues ya verás que los materiales que utilizaremos son muy atractivos para los niños.
También puedes emplear esta técnica para decorar las libretas y las carpetas del colegio. A los más pequeños les encanta, y a los adolescentes también les resulta una idea muy atractiva.
Necesitas…

- cuadernos
- papeles de colores
- cintas decorativas o cintas adhesivas de colores
- tijeras, lápiz, regla y pegamento de barra
- fotos, dibujos
- pegatinas de exploradores, de animales o de plantas
- ¡y todo lo que se te ocurra!
¡Manos a la obra!
Lo primero que debes hacer es colocar el cuaderno sobre la cartulina y luego, con la ayuda de una regla, marcar los margenes en la cartulina.
Puedes dejar unos 2 cm por cada lado para hacer los márgenes, y si deseas hacer un pequeño bolsillo, deja unos 8 cm en la parte de abajo. La ventaja de hacer un bolsillo es que luego podrán guardar cosas en su cuaderno de exploradores (hojas, ramitas…).
El siguiente paso será recortar el sobrante de cartulina siguiendo las marcas.

Ahora pega la cartulina con mucho cuidado al cuaderno. Dobla los 2 cm de cartulina que dejaste para hacer el margen y pégalo en la parte interna de la portada. Intenta no poner demasiado pegamento, y no te olvides de poner pegamento también en el margen.

Si dejaste los 8 cm para hacer el bolsillo ten cuidado de poner pegamento únicamente en los laterales, de manera que te quede abierta la parte superior del bolsillo.
Te tiene que quedar algo parecido a esto:


Repite los mismos pasos para hacer la contraportada.
Ahora solo te faltarán los pasos más creativos y divertidos: ¡decorar los cuadernos con las pegatinas!
Decora tu libreta de explorador como desees y como quieran tus niños: con pegatinas, haciendo un dibujo, pegándole cintas de colores o creando tus propias adhesivos.
¡Imaginación y creatividad al poder!

Mis dos monstruitos lo hicieron así de bien.

Puedes tomarte el tiempo que quieras. ¡No hay prisa para la imaginación!
¿Quieres ver cómo quedaron finalmente los cuadernos de mis dos exploradores?



Les han quedado muy bonitos y divertidos, ¿a que sí?
¿Cómo quedarán los de tus niños? Puedes compartirlo conmigo a través de los comentarios.
¡Anímate! 😉