Niños en la cocina, niños felices

Es muy importante que nuestros hijos participen en las actividades cotidianas de la casa, tantas como sea posible: hacer la cama, ordenar, poner y sacar la mesa…

Pensándolo bien, las actividades cotidianas de la casa también incluyen cocinar.

No, no, cocinar sí que no. Ni hablar. A ver si se hacen daño, o cualquier cosa. ¡Son demasiado pequeños!

¿O tal vez no?…

¡Qué dilema! ¿Los dejo cocinar? ¿Sí o no?

Y tú, ¿qué harías?

Niños en la cocina ayudando a hacer un pastel

¿Es una buena idea dejar entrar a tus niños en la cocina?

Es posible que no te parezca muy adecuado dejar entrar a tus niños en la cocina para que te ayuden. De entrada pueden venirte a la mente algunos riesgos e inconvenientes:

  • Es un lugar de la casa donde suelen ocurrir accidentes, y eso nos obliga a extremar las precauciones si hay niños.
  • No es nada difícil que tus niños acaben muy sucios, ¡y además de una manera espectacular!
  • Como casi siempre cocinamos rápido porque hay mucho que hacer, los niños pueden entorpecer nuestro ritmo frenético habitual.

Todo eso es verdad.

Sin embargo, también podrías hacer una lista de los beneficios de que te ayuden tus niños en la cocina:

  • Los pequeños aprenden a planear, organizar y gestionar.
  • Mejoran la confianza en si mismos.
  • Adquieren autonomía que les servirá para la cocina y también para otras situaciones de su vida.
  • Trabajan sus habilidades motrices, ya que deben manipular utensilios y alimentos.
  • Refuerzan sus hábitos de higiene: manos limpias, pelo recogido, etc.
  • Los niños en la cocina mejoran la atención y la concentración.
  • También practican la parte más académica y formal, ya que:
    • necesitan usar las matemáticas para calcular las cantidades de las recetas y realizar mediciones,
    • amplían su conocimiento (por ejemplo, en cuanto a qué productos son de temporada),
    • y de paso aprenden vocabulario nuevo.
  • También comen más a gusto y sin dar tanta guerra, ya que han participado en la preparación de la comida y se sienten orgullosos de haber colaborado.
  • Y tú también te beneficias, ya que creas nuevos vínculos con tus pequeños de forma natural y espontanea.

Habitualmente no somos conscientes de todo esto. Cocinamos por inercia, sin pensar, como montar en bici o caminar.

Te quiero comentar brevemente tres aspectos que debes tener en cuenta: la compra de los productos en el mercado, la organización cuando tengas a tus niños en la cocina, y la elección de las recetas más adecuadas.

1. ¡Vamos al mercado!

Antes de comenzar a divertirte con tus niños en la cocina seguramente tendrás que ir al mercado. ¿Por qué no te llevas también a tus niños?

Imagínate. Tus chavales escogiendo los mejores pimientos y preguntándole al frutero de dónde vienen.

Son situaciones divertidas y entrañables. De esas cosas que te acuerdas con ternura cuando se hacen mayores.

Tus peques también te pueden ayudar a hacer la lista de la compra. A ellos les encanta poder ayudar. Les hace sentirse mayores, y de paso les enseñas a organizarse antes de ir a comprar.

Hoy en día en el mercado puedes encontrar todo tipo de frutas y verduras cualquier mes del año, lo cual puede confundir a los pequeños (y también a los no tan pequeños).

Aprovecha la visita al mercado para hacerles saber a tus hijos cuáles son los productos de esta temporada. Es bueno que utilices productos frescos siempre que puedas, y si pueden ser de proximidad mucho mejor.

2. Cómo organizarte en la cocina

Antes que nada es esencial que no descuides la SEGURIDAD siempre que haya niños en la cocina. Te he preparado una infografía con seis normas básicas para prevenir accidentes.

(Por cierto, si te gusta esta infografía no dudes en compartirla. ¡Me harás un gran favor!)

Infografía sobre las normas de prevención de accidentes en la cocina

Dejar entrar a tus niños en la cocina conlleva trasmitirles una cierta disciplina. De otro modo todo se volvería rápidamente un caos.

Para conseguir esta disciplina podemos establecer ciertos roles.

Le puedes explicar a tu niño que en la cocina manda el chef, que serias tú. Él podría ser el aprendiz.

Si tienes más de un hijo puedes establecer más rangos, al estilo de los juegos de rol. Por ejemplo, el más pequeño podría ser el novato y el más grande el aprendiz. Si tienes más niños podrías inventarte que son el novato, el jornalero y el aprendiz… A tu gusto e imaginación.

Eso sí. Recuerda estimularlos y que se sientan valorados por igual en sus respectivas habilidades.

3. La elección de las recetas

Cuando tengas a tus niños en la cocina procura que tengan la misma sensación de disfrutar que tienen cuando juegan.

Te recomiendo comenzar con cosas fáciles y llamativas, y mejor aún si son recetas sin fuego. De este modo no tendrás la preocupación adicional de la seguridad con los fogones, estarás más relajado y podrás concentrarte más en disfrutar con tu pequeño.

Recuerda tener en cuenta la edad de tu peque cuando selecciones la receta.

Galletas decoradas con lápices pasteleros
Decorar unas sencillas galletas bastará para despertar el interés de los más pequeños.

Al principio es una buena idea comenzar con recetas de postres y meriendas. Más adelante ya podrás dejar que te ayuden en las recetas más elaboradas, como las del almuerzo y la cena.

Un ejemplo podría ser unas brochetas de fruta. O unas galletas decoradas para la merienda. O un batido de frutas. La cocina siempre es una fuente de inspiración y creatividad, pero especialmente cuando trabajamos con niños.

Ellos nos obligan a exprimir nuestra imaginación para crear nuevas recetas, y para transformar nuestras recetas de siempre en algo novedoso.

¿Te imaginas la satisfacción de tu niño cuando os sentéis a merendar y comáis ese bizcocho de manzana, o ese pincho de frutas, o ese batido de plátano? Él estará encantado… ¡y tú también!

En la sección de cocina de mi blog encontrarás varias recetas que podrás hacer con la ayuda de los pequeños.

Dejando entrar a tus niños en la cocina te acercas más a tus hijos

En la cocina puede generarse un ambiente íntimo que te acerque más a tus hijos.

Toda la confianza que ahora consigas y trabajes será un beneficio bestial en el futuro.

Si te habitúas a dejar entrar a tus niños en la cocina, y a su vez ellos se habitúan a cocinar contigo, es muy posible que los pequeños acaben por aficionarse a cocinar. Y si a ti también te gusta estar entre fogones… ¡será fantástico! Así tendrás una afición para compartir con ellos.

Niños comiendo galletas decoradas por ellos mismos
¡A los peques les encanta probar lo que han hecho en la cocina!

Cuando crezcan y sepan un poco más podrás estimularlos a que intenten hacer recetas más complicadas.

Y cuando ya sean adultos tal vez sean ellos los que te enseñen a ti platos de otros lugares, o intercambien recetas contigo.

Siempre tendréis el tema de la cocina para compartir. ¿No te parece fantástico?

Tal vez ahora no le demos mucha importancia, porque aún son pequeños. Pero es ley de vida que los niños se hacen mayores, hacen su vida y se alejan.

No está de más plantar una semilla para tener cosas para compartir con ellos cuando sean grandes.

Si la cocina no te interesa de ninguna de las maneras, siempre puedes substituirla por alguna de tus aficiones. Intenta compartir con tus peques alguna cosa que te guste mucho: la pintura, el bricolaje, navegar… o lo que sea.

De esta manera disfrutarás de tus hijos y a la vez podrás hacer lo que más te gusta. 😉

Si quieres, puedes enriquecer este artículo con tus recetas o sugerencias. ¡Escríbeme y cuéntame como ha sido tu experiencia dejando entrar a los niños en la cocina!

2 comentarios en «Niños en la cocina, niños felices»

  1. Por supuesto es una buena idea dejar entrar a los niños en la cocina. Tienen que aprender a amar lo que comen y ser conscientes de la alimentación que hay que llevar para estar sanos y saludables.

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