La muerte, ¿un tema tabú?

Si hay alguien a quien quieres abrazar, a quien quieres ver, a quien quieres expresarle tus sentimientos, hazlo ahora.

Porque la vida es corta.

Sí, es corta para todos, y llega un momento que se acaba.

No estamos acostumbrados a hablar de la muerte. Es algo que sabemos que existe y que puede llegar sin previo aviso, sin importar nuestra edad ni si estamos más o menos preparados para afrontarla.

Aún así, obviamos la muerte. La ignoramos.

Como si fuese algo que desaparecerá si no lo pensamos y si no hablamos de ello.

Pero no es así. Sigue estando ahí.

Creo que esta forma de pensar y de actuar no nos hace bien.

La muerte es algo natural

La mejor manera de entender la muerte es vivir la vida conscientemente

En nuestra sociedad nadie nos enseña a aceptar la pérdida. Ni siquiera estamos preparados para recibir una simple negativa a nuestros deseos.

Nos inculcan sutilmente que conseguiremos todo aquello que queramos, y que todo estará ahí para siempre.

Tampoco suelen enseñarnos a decir “te quiero”, ni a dar abrazos, ni a manifestar lo mucho que nos importa una persona. Eso ya lo podremos hacer más adelante. Total, mañana también estará ahí…

Pero puede que no sea así.

Tal vez uno de nosotros mañana ya no esté.

Entonces, ¿por qué no le dices “te amo” ahora?

No puedes saber cuándo ocurrirá

Nadie puede prometerte que te encontrarás con la muerte de aquí a mucho tiempo, plácidamente y cuando seas mayor, sino que puede ocurrir en cualquier momento de forma brutal e inesperada.

No esperes a que fallezca un ser querido para meditar sobre la muerte.

Si lo haces antes, tal vez podrás afrontarla de una forma más natural y menos dolorosa cuando llegue el momento.

Para poder aceptar la muerte de los demás previamente debemos reconocer y aceptar nuestra propia muerte de una manera racional y tranquila.

Debemos asumir que no somos eternos, que llegará el momento de marchar para nosotros también. Cuando consigamos aceptar esto serenamente podremos prepararnos para afrontar también la muerte de los demás.

Después de este proceso verás que serás capaz de dar más amor y de ser más amable, y verás la vida como un vaso medio lleno y no medio vacío.

La vida es como arena entre los dedos

Es así. Se escurre sin remedio por mucho que te aferres a ella.

A pesar de lo efímera que es, debemos esforzarnos por ver la vida como algo hermoso. Que los días nos sirvan para dar lo mejor de nosotros y para amar de una forma sana.

  • Si tienes hijos diles que les quieres, abrázalos, regálales tu amor constantemente. ¡Demuéstrales que son importantes para ti!
  • Si tienes padres abrázalos también, porque no estarán ahí para siempre. Ámalos aunque no los entiendas, o aunque no compartas su manera de pensar.
  • Si tienes hermanos habla con ellos, diles que representan algo importante en tu vida. Son los recuerdos de tu niñez, son los compañeros de tu vida.
  • Si tienes amigos hazles saber que te gusta compartir tu vida con ellos. ¡Que no te de vergüenza demostrarles tu amor!
  • Y sonríe al panadero cada mañana y deséale un buen día. Dile “¡hola!” a tu vecino, aunque tengas diferencias con él.

Me gusta pensar que esta manera de actuar puede cambiar el mundo.

De acuerdo, no sé si será así. Pero al menos estoy segura de que, si lo haces, tu vida cambiará para bien.

¡Serás más feliz, y también más optimista!

Cómo actuar cuando se presenta la muerte

Si compartes el dolor de la muerte con otras personas podrás superarla de una forma menos traumática que si te lo guardas en tu interior.

Si hablas de la muerte con naturalidad conseguirás liberarte de parte del dolor. Al comunicarte con otras personas también podrás aprender de sus experiencias, lo cual puede serte útil para encontrar técnicas que te sirvan para aliviar tu propio dolor y hacerlo más llevadero.

ojo llorando por la muerte de un ser querido
Hagas lo que hagas, la muerte de un ser querido siempre te causará dolor.

¡No tengas miedo de hablar de la muerte con tus niños! Pueden entender mucho más de lo que solemos creer.

Para ellos, hablar de la muerte también es una manera de liberar su dolor y de familiarizarse con el sentimiento de pérdida de una forma natural.

Además, al hablar con los pequeños también les das la oportunidad de poder hacerte preguntas. Verán la muerte como un proceso natural de la vida, y serán conscientes desde pequeños de que ellos tampoco estarán en este mundo para siempre.

Pero atención: debes tener mucho tacto y tomar en cuenta su edad. Procura usar un vocabulario y poner ejemplos que ellos puedan entender. Sin alarmarlos, sin asustarlos y sin crearles dolor ni ansiedad innecesarios.

Con los niños es mejor hablar de la muerte de una forma progresiva y espaciada en varios momentos y días. Nadie conoce a tus hijos mejor que tú, y seguro que sabrás encontrar el momento más adecuado.

Es muy importante que antes de eso tú mismo hayas meditado profundamente sobre la muerte. De esta manera estarás preparado para reaccionar adecuadamente a las preguntas y a los comentarios que puedan surgir.

Ten en cuenta que si el dolor es demasiado abrumador y sientes que te supera, no hay nada de malo en buscar la ayuda de un buen terapeuta.

 

En resumen: no dejes para mañana…

No esperes a saber que alguien tiene una enfermedad terminal  para demostrarle tu amor y que lo necesitas.

¡Hazlo ahora!

Dar amor y regalar caricias no es malo, todo lo contrario. Te hace crecer y creer en el ser humano. Te hace mejor persona.

(Vale, ¡sin pasarte! Tampoco vayas a abrazar a todo el que te encuentres por la calle… 😉 )

Demostrar amor no te hace menos fuerte, te hace más sabio. No hay que sentir vergüenza de amar.

¡Amar es algo lindo!

La vida es bella, aunque a veces nos parezca injusta, y merece ser vivida en plenitud y con amor hasta el último minuto.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.