Imagínate hacer una excursión a la naturaleza con tu familia, pero con un objetivo concreto: jugar a ser recolectores e ir a buscar espárragos.
También podréis disfrutar de pasear, observar e investigar… ¡Pero vuestra misión principal será encontrar espárragos!
Si les propones a tus niños una misión concreta estarán más concentrados en buscar, y además no se cansarán tanto.
Puedes estructurar la actividad en tres partes:
- La búsqueda y la recolección de los espárragos
- La diversión
- Dar utilidad a los espárragos haciendo una tortilla de espárragos
Si no conoces los espárragos trigueros o silvestres, infórmate con antelación: cómo es su aspecto, cómo es la planta y dónde se pueden encontrar.
¡Así tendrás el éxito asegurado!

1. La búsqueda y recolección de los espárragos
La técnica de recolección básicamente consiste en buscar las esparragueras cerca de los árboles y las rocas.
Tienes que buscar cerca de los tallos, y también alrededor. Así encontrarás los tallos nuevos y frescos, que son justamente los espárragos que estás buscando.
Es importante cortar el tallo en vez de arrancarlo, de manera que luego la planta pueda seguir creciendo.
Si enseñas a tus pequeños la manera correcta de buscar espárragos y cuáles son los mejores lugares para encontrarlos, seguramente ellos a su vez se lo enseñarán a sus hijos en el futuro.
Está excursión para buscar espárragos es muy divertida y a la vez didáctica para los niños, ya que les enseñarás a respetar y a conocer la naturaleza.
Y también les enseñarás que la naturaleza nos proporciona muchos de los alimentos más saludables.
Los espárragos en particular son muy sanos. Te lo muestro con esta infografía.
2. La diversión
Esta parte no necesita ser explicada. Solo tenéis que dejaros llevar y disfrutar del sol, del viento, de vuestras sonrisas y de las posibles anécdotas que vayan surgiendo en el camino.
Podéis ir cantando, inventando algún cuento o simplemente respirando.

Mientras disfrutáis de la vista y del aire fresco, puedes irles comentando a tus niños lo que haréis luego con esos ricos espárragos que estáis buscando.

De todas maneras, procura que no se obsesionen demasiado con “encontrar espárragos”. Puede ser que no sea una buena época, o sencillamente tal vez todavía no los sepáis buscar bien. Pero te aseguro que con la práctica llegaréis a encontrar un manojo bien grande.
Si no ha ido bien la búsqueda, pero os lo habéis pasado bien y quieres redondear la tarde haciendo una rica cena con espárragos (y esto te lo digo bajito)… ¡puedes pasar por el supermercado de vuelta a casa!
Así ellos se sentirán bien y podrán cocinar los anhelados espárragos para cenar.
3. Dar utilidad a los espárragos
Además del maravilloso día que habéis pasado buscando los espárragos, ahora tendréis una cena rica y sana. Es otra manera de enseñar a los peques a comer verdura fresca.
Hay muchas recetas de cocina que utilizan espárragos. Yo te propongo una de las más sencillas: la tortilla de espárragos.
Y tu dirás ¿por qué esta receta y no otra? Bueno, básicamente porque una tortilla es fácil de hacer, es económica, los ingredientes suelen estar a mano, y además de todo eso le suele gustar a los pequeños. Pero si éstos tienen el paladar más fino, puedes optar por hacer un quiché, una tartaletas de espárragos o cualquier otra cosa.
Como la receta que te propongo es tan fácil, vuelvo a insistir: ¿y si dejas que los peques te ayuden a cocinar?
Cómo hacer una tortilla de espárragos
A continuación te pondré los pasos para que tus niños los puedan ir siguiendo mientras que tu se los lees. (Les puedes ayudar con la parte del fuego si son muy pequeños, o si consideras que todavía no están preparados. Recuerda supervisarlos en todo momento.)
Lo primero que debes hacer es lavar los espárragos con un poco de agua.
Una vez limpios, córtalos en trocitos. Debes cortarlos desde la punta hasta su base, desechando la parte dura.
Después bate los huevos con la ayuda de un tenedor. No te pongo cuántos huevos debes usar, puesto que esto dependerá de la cantidad de espárragos que tengas.
Consejo para los papás: si la cantidad de espárragos que encontrasteis fue pequeña, puedes añadir a la tortilla patata hervida o frita con un poco de cebolla. Esto le dará más consistencia a la tortilla, a la vez que la patata aportará un toque más suave al sabor de los espárragos. En realidad puede ser patata o cualquier otra cosa: alcachofa, judías verdes o lo que más te guste.
Una vez batidos los huevos añade los espárragos y, si lo deseas, ponle una pizca de sal. Mezcla todo un poco.
Atención: todo lo que sigue debe realizarse siempre con la ayuda de un adulto.
Pon una sartén en el fuego con un chorrito de aceite de oliva. (No pongas mucho aceite: una cucharadita de café será suficiente.)
Cuando el aceite esté caliente pon la mezcla del huevo y los espárragos. Deja que se dore y dale la vuelta con la ayuda de una tapa o de un plato grande. Toma precauciones para no quemarte. Por ejemplo, utiliza unas manoplas o unos guantes de cocina.
Será más incomodo… pero más seguro.
Y si no lo ves claro, pide a tus padres o a un adulto que te ayuden.

Cuando le hayas dado la vuelta a la tortilla un par de veces, pínchala con un tenedor en el centro: si sale huevo tendrás que darle otra vuelta más.
Cuando la pinches y no salga liquido querrá decir que ya está lista.

Seguro que tiene una pinta espectacular. Ahora solo te falta presentarla bien bonita, por ejemplo con unos tomates…
¡Y a comer!
Espero que esta actividad te haya gustado y que te lo pases muy bien, tanto buscando los espárragos como haciendo esta deliciosa tortilla.
Si es así… ¡déjame algún comentario y me harás muy feliz!
