Desde que nació mi blog de la Rusketa me he dado cuenta de que todo lo que escribo en el fondo lo hago para amar, respetar y entender más a mis pequeños.
Hoy soy consciente de que amo a mis hijos incondicionalmente y para siempre.
Aunque a veces cometa errores y me deje arrastrar por las circunstancias, el agotamiento o el estrés, lucharé por ser consciente de ese amor y por dejarlos crecer.
Respetándolos, sin juzgarlos y aprendiendo todo lo que ellos me enseñan para ayudarme a cambiar las cosas erróneas que aprendí.
Y a tí que me sigues, que lees mis artículos y que llevas a cabo mis propuestas, perdóname si mi manera de ver la vida y mis sugerencias están equivocadas.
Creo en todo lo que hago. Y lo que hago, lo hago de corazón.

CONTENIDO ⇨
No pretendo enseñar a nadie
O mejor dicho: me quiero enseñar a mi misma a amar a mis hijos.
No creo que sea bueno que nadie te diga qué debes y qué no debes hacer, ni tampoco cómo debes criar a tu hijo.
- Si está mal o bien que lo cojas demasiado en brazos cuando es un bebe…
- Si debes darle biberón o teta…
- Si debe aprender andar antes del año…
- Cuándo debería comenzar a hablar…
- Si ya debería dormir solo porque se ha hecho mayor…
Todos los niños tienen su propio ritmo de aprendizaje y de crecimiento.
Dar amor y querer estar con ellos la mayor parte de tiempo no es malo.
¡No puede ser malo!
La infancia es para disfrutar de los pequeños y para que ellos disfruten de nosotros. Para pasar tiempo con ellos, para darles y demostrarles nuestro cariño y nuestro amor. Con límites, con respeto, pero regalándoles el tiempo de crecer a su ritmo.
Respetando su momento. Porque luego crecerán, y debemos estar preparados para que vuelen con sus propias alas.
Pero mientras esperamos a que desarrollen sus preciosas alas, creo que lo mejor que podemos hacer es estar cerca ellos en armonía con su ritmo.
En uno de mis post hice una selección de 39 blogs para padres. Todos me gustan por una razón o por otra.
Todos son blogs relacionados con la maternidad, la infancia o la crianza de los hijos.
Y todos cuentan sus experiencias y sus caminos.
Y es que no existe EL camino
Tú y tus pequeños debéis ir encontrando vuestro camino y pintando el paisaje.
Vuestro paisaje.
Porque algunas de las cosas que para mis padres en su tiempo estaban bien, para mí ahora no son correctas o aceptables. O lo que a la vecina le funciona a la perfección, a mí no.
Cada uno de nosotros ve el universo de diferente color.
Lógicamente hay unas normas básicas para todos: el respeto, la confianza, el diálogo, la comprensión. Pero el resto de nuestro camino lo debemos dibujar nosotros mismos.
Si lo que te aporto en mi blog te sirve, úsalo. Si no, dale la vuelta, vívelo, disfrútalo y hazlo tuyo.
Como siempre te digo: ¡imaginación al poder!

Sé consciente del amor que sientes por tus hijos
Cuando te sientas perdido, cuando no sepas como actuar o sencillamente cuando te desbordes:
- Escúchate por dentro y escucha a tus hijos (ellos son pequeños sabios que saben guiarte) y sobre todo abrázalos, abrázalos mucho. Eso te permitirá calmar el ambiente y que vuestros corazones se vuelvan a escuchar.
- Despierta tu yo interior. Deja actuar a tu intuición y a tu instinto, y simplemente sigue la luz de tus pequeños.
- Apuesta por una maternidad y una paternidad consciente, responsable y respetuosa que esté basada en el amor.
Verás que todo irá sobre ruedas, y si no, siempre podrás buscar otra manera de hacer las cosas.
El secreto está en permanecer unidos, ponerle cariño, querer vivir con alegría y a toda máquina… ¡ah sí!, y ponerle un pellizco de sal. 😉
Así es como yo lo siento.
¿Y tú?
Explícamelo con un comentario. De este modo nutrirás mis pensamientos y me harás crecer como persona.