El juego del búho es una actividad de observación que te servirá para estimular la imaginación y avivar tus sueños y los de tus pequeños.
Pero antes de explicarte en qué consiste vamos a ver qué sabemos de los búhos.
¿Me acompañas en esta aventura?
Los búhos
¿Por qué vamos hablar de búhos? Estos fantásticos animales son una parte fundamental del juego que te propongo.
Son unas aves que me fascinan. Los búhos tienen muchas características extraordinarias, te cito unas cuantas:
- viven unos 15 años en estado salvaje y unos 50 en cautividad
- son especialmente nocturnos, sedentarios y territoriales
- son carnívoros y pueden comer desde ciervos hasta insectos, siempre que estén vivos
- no tienen buche y digieren en cuanto tragan
- ponen entre 1 y 6 huevos en sus puestas
- tienen una visión periférica (ya que no pueden mover los ojos), y poseen la capacidad de girar su cabeza en todas direcciones
- a pesar de que son hipermétropes (es decir, que no ven bien de cerca) tienen una visión a larga distancia espectacular
- son monógamos y casi no tienen enemigos
Desde pequeña me han fascinado los lobos y las aves rapaces, tanto las diurnas como las nocturnas. A lo mejor es debido a que me gustaba mucho Félix Rodríguez de la Fuente y la serie El hombre y la Tierra, ¿la conoces? ¡Vaya, eso quiere decir que ya tenemos una edad! 😉
Pero lo que más me llama la atención de los búhos es lo que representan místicamente, a pesar de que en diferentes culturas significan cosas distintas.
A nivel personal, las características que más asocio a los búhos son:
- la sabiduría
- la prudencia
- la buena suerte
- el mundo de la noche
- la magia de la luna
- el mundo de las brujas
- la sabiduría de convertir una desventaja en una ventaja
Nos vamos a quedar con la última frase:
la sabiduría de convertir una desventaja en una ventaja.
De eso precisamente va a tratar nuestro juego.
De eso y de observar con ojos de búho.
El juego del búho
El juego original forma parte de la sección exploradores de este blog, y también del grupo de artículos dedicado a trabajar la noche y los miedos que ésta esconde.
Por eso en principio esta actividad está pensada para hacerse en una zona boscosa, ya sea en una noche de acampada o en una excursión a la naturaleza nocturna.

Pero si todavía te da un poco de miedo adentrarte en el bosque de noche, no hay problema. Puedes adaptar el juego a tus necesidades y hacerlo en otra zona.
Eso sí, como mínimo debería ser al aire libre (en un jardín, en un campo alejado de las urbanizaciones o en un parque con vegetación).
Y también debe ser de noche.
De otro modo perdería la gracia. 🙁
Nuestro juego comienza de día. Busca un lugar que esté lo suficientemente alejado de carreteras y urbanizaciones.
Un sitio donde haya silencio, cerca del campo o en el claro de un bosque.
Asegúrate de tener el viento de cara para no ahuyentar a los animales con tu olor.
Y también déjale claro a los pequeños que no se puede hacer ruido bajo ningún concepto. Al principio les costará, pero luego ya verás que la curiosidad les hará permanecer en silencio.
Elige una rama baja de un árbol que pueda soportar tu peso… y una buena compañía para pasar un largo tiempo.
No te olvides de llevar ropa de abrigo, unos prismáticos y, si quieres, una linterna cubierta con un plástico rojo (para no molestar a los animales). No la uses a menos que sea necesario.
¿Cómo se juega?
Se trata simplemente de subir al árbol y observar el entorno en silencio, con la prudencia y el sigilo de los búhos, hasta que aparezca algún animal y puedas reconocer su silueta.
Si tienes mucha suerte y mucha paciencia, quizá hasta consigas verlos bien de cerca.
Una vez terminada esta fase de observación no cazaremos los animales, como haría el búho. Nos limitaremos a compartir con nuestro acompañante nuestras observaciones y sensaciones.

Adaptación del juego del búho para los más pequeños
Te dejo otra versión del juego del búho especial para niños de cuatro a siete años aproximadamente.
Con estar en un jardín o en una zona con vegetación te será suficiente, ya que en esta versión del juego no es necesario que te desplaces al bosque.
Se puede hacer cualquier noche, no necesariamente tiene que ser una excursión nocturna o una acampada, aunque siempre le aportarás más «misterio» si lo haces en estas circunstancias.
Recorta previamente en una cartulina negra o en un cartón la silueta de los animales que prefieras. Como esta vez se trata de animales “artificiales”, tú mismo puedes decidir de antemano qué animales encontrará el niño.
De este modo puedes utilizar los animales más cercanos para que el pequeño los pueda reconocer con facilidad, como una gallina o un conejo.
Ya sabes lo que digo siempre… ¡imaginación al poder!
Haz también unas alas de cartulina para que tu peque haga de búho, y esconde los animales de cartón o cartulina en la zona de juego.

El juego consiste en que el niño tendrá que encontrar los animales de cartón. Para ello puede ayudarse con la linterna.
Aunque no es necesario que cubras la linterna con el plástico rojo, si quieres puedes hacerlo igualmente para crear un ambiente más misterioso y atractivo para el pequeño.
Explícale que debe estar en silencio para encontrar a los animales… ¡y que debe abrir sus ojos como si fuese un búho!
Si el niño muestra miedo o inseguridad puedes acompañarlo en la búsqueda. (Cuando hagas las alas de búho para tu peque es una buena idea hacer otras para ti… ¡por si acaso!)
Este juego también lo puedes hacer con un grupo de amigos, así será más interesante y servirá de aliciente para los pequeños.
Cuantos más animales pongas, más durará el juego. La distribución de los animales también determinará la duración y la dificultad de la actividad.
La noche llega a su fin…
Y hasta aquí nos ha traído el vuelo majestuoso y silencioso de los búhos.
El juego del búho estimula de forma lúdica la imaginación y la curiosidad, a la vez que disminuye en el niño el miedo a la noche y hace que la vea como algo útil y necesario.
Es el juego ideal para que la noche te inspire y deje volar tu imaginación.
¡Pruébalo! A los peques le servirá para crear un recuerdo inolvidable de su infancia, para perderle el miedo a la noche y para descubrir algunos animales a través del juego.
Si lo juegas con tus hijos o con un grupo de niños… ¡cuéntame cómo te ha ido!
Tus comentarios son agua para calmar mi sed… 😉