Aunque a muchos padres nos preocupa llevar a nuestros pequeños a la escuela por primera vez, debemos aceptar esta nueva etapa de sus vidas y prepararlos para que el curso escolar sea todo un éxito.
O tal vez ya hemos pasado esta fase, nuestros niños ya son un poco más grandes y pronto tendremos que afrontar la vuelta al cole…
Sea como sea, podemos aprovechar los días previos al inicio de las clases para prepararnos poco a poco. En este artículo quiero compartir algunas ideas que a mí me han funcionado muy bien, con la ilusión de que también sean de utilidad para vosotros y tengáis un curso escolar exitoso.
Los niños de 2 a 3 años
En primer lugar tenemos a los niños que se inician por primera vez en la vida escolar, ya sea en la guardería o en el parvulario. Es bueno animarlos y conversar con ellos regularmente sobre este tema hasta el inicio del curso escolar.
Por ejemplo: Les podemos decir que dentro de poco se harán mayores e irán al cole como los niños grandes, y que aunque papá y mamá no estén ahí con ellos ¡se lo pasarán muy bien!… Que tendrán una maestra que los ayudará, los acompañará y cubrirá sus necesidades… Que conocerán a otros pequeños que se convertirán en sus amigos… Y todos los comentarios alentadores que se nos ocurran en esta línea, de manera que asocien la guardería o el parvulario con algo muy bueno y positivo.
Estas conversaciones las podemos ir teniendo de tanto en tanto, a la hora del baño o cuando estemos compartiendo uno de esos momentos especiales «padres e hijos».
Cuando conversemos es bueno que estén tranquilos y en un ambiente relajado.
Si los niños ya tienen tres añitos podemos seguir el mismo método.
En estas edades va muy bien que juguemos “al cole” con sus muñecos.
Por ejemplo: podemos jugar al primer día en la escuela; cómo será, qué encontrarán, los nuevos amigos… Esto los ayudará a interiorizar esta nueva situación en su vida. Y así el inicio del curso escolar no será un trauma emocional para ellos ni para nosotros.
También podemos utilizar cuentos adecuados a esta franja de edad para hablar sobre el tema, o incluso podemos inventarnos nuestra propia historia (con ellos de protagonistas).
Esto nos permitirá crear un ambiente favorable y dar pie a que nuestros hijos puedan hacer todas las preguntas que quieran o manifestar sus inquietudes.
Estos momentos de juego son ideales para darles confianza y hacerles saber que estamos orgullosos de ellos.
Es importante remarcarles que nunca estarán solos, que siempre tendrán cerca un adulto que los cuidará, y que habrá más niños que también sentirán lo mismo que ellos.
Otra de las cosas que nos puede ayudar para animar a nuestros pequeños a comenzar el curso escolar con buen pie es preparar con ellos las cosas que necesitarán.
Por ejemplo: Pueden ayudarnos a elegir y a comprar su mochila y sus batas.
También podemos decorar una caja de zapatos con ellos, la cual servirá luego para guardar sus mudas (ya que seguramente en la escuela nos pedirán unas mudas para casos de emergencia).

Esto será gratificante para ellos y nos proporcionará un buen rato en familia.
Estas actividades previas al inicio de las clases servirán para que el niño se sienta seguro y orgulloso de ir al cole, porque tendrá la sensación de haber sido una parte activa en esta nueva etapa de su vida que ahora comienza.
Os dejo un par de títulos que he usado para trabajar este tema con mis hijos. Son bastante divertidos y a ellos les gustaron mucho.
El primer libro se titula ¿Qué? Junior. Ya voy al cole. Es muy interesante, tiene solapas que se mueven y es bastante bueno para despertar el interés del niño. Presenta la escuela como un lugar interesante donde se hacen experimentos, manualidades, excursiones y se juega con los amigos.
El otro es Mi primer día de colegio (¡Soy Teo!) y es de la colección de Teo, que explica el mundo a través de los ojos de un niño. Tiene ilustraciones muy bonitas y entrañables. Además es un buen libro de iniciación a la lectura, ya que los textos están por duplicado en letra ligada y en mayúsculas.
Es normal, de todos modos, que los niños pequeños lloren los primeros días o semanas del inicio del curso escolar.
No te preocupes y no le des demasiada importancia, cada niño tiene su ritmo. Si lo respetas (no lo regañes ni lo ridiculices) y le das cariño y comprensión, verás que en unos días se habrá adaptado al curso escolar con normalidad.
A partir de los 5 años
Con niños de edades más avanzadas es un poco más complicado, porqué ya no podemos jugar a nuestro favor con su curiosidad.
Ellos ya saben qué van a encontrar y tienen en su mente el recuerdo de los años pasados.
Pero sí que podemos reforzar la parte positiva de sus recuerdos.
Por ejemplo: Podemos hacerles notar que se reencontrarán con sus amigos ¡y que hasta puede que hagan otros nuevos!
También podemos reforzar la parte más “académica”, comentándoles que descubrirán materias nuevas que seguramente les resultarán gratificantes e interesantes.
Sobre todo es importante transmitirles que no se preocupen, que nosotros y sus maestros estaremos ahí para ayudarlos y acompañarlos en su aprendizaje.
Recordar que cada niño tiene su ritmo y es importante no compararlos con ningún otro niño.
Respetar su ritmo será esencial para el buen desarrollo como niño, tanto a nivel académico como a nivel general de la vida.
En estas edades también pueden implicarse en los preparativos previos al inicio del nuevo curso escolar.
Por ejemplo: ayudando a forrar sus libros y a preparar el material que necesitarán.
También podemos sorprenderlos haciéndoles un estuche de tela con sus personajes preferidos.
Al igual que pasa con los más pequeños, siempre les costará menos si ellos son parte activa en el proceso desde el principio. Además les encantará participar en la toma decisiones, sobre todo si les afectan directamente.
El hecho de que contemos con ellos siempre les hace sentirse más seguros… ¡y más felices!
Los niños más mayores
Los niños de edades y cursos más avanzados ya tienen muy claro cómo es y de qué trata el colegio… ¡pero tampoco está de más motivarlos!
Dependerá mucho de la experiencia que hayan vivido en su etapa escolar. Si ésta no ha sido muy gratificante nos costará más, pero debemos mostrarnos siempre optimistas, hacerles saber que confiamos en ellos y que los ayudaremos.
Cuando los niños se hacen mayores también necesitan de nosotros.
Puede que les cueste más manifestarlo, así que debemos estar muy atentos a lo que dicen pero también a sus silencios (los silencios también nos pueden dar información valiosa).
Si establecemos una buena comunicación con ellos se sentirán acompañados y sabrán que nos siguen importando tanto como cuando eran pequeños.
Ayudarles a buscar nuevas maneras o técnicas a la hora de estudiar también les dará optimismo y confianza.
Es cuestión de ir probando hasta que encuentren el sitio y la forma de estudiar que realmente les funcione.
Es importante remarcar de tanto en tanto la importancia que tiene que quieran aprender y que tengan una actitud positiva y optimista ante los estudios.
Debemos animarlos y manifestarles que, aunque les cueste, sus esfuerzos serán recompensados, ¡y que nos sentimos muy orgullosos de ellos!
También es bueno que sepan que estamos dispuestos a apoyarles y a dedicarles todo el tiempo que sea necesario para ayudarlos en sus deberes, en el caso de que lo necesiten, ¡y que además lo haremos de buen gusto!
Depende de nosotros proporcionarles estabilidad emocional y psicológica, así como la disciplina indispensable para que puedan cumplir con éxito su cometido.
Saber que cuentan con todo nuestro apoyo los motivará muchísimo para empezar el curso con ganas y entusiasmo.
Cada persona es un mundo, y nadie mejor que nosotros conoce a nuestros hijos. A poco que nos esforcemos ya sabemos qué les pasa (o como mínimo, sabemos que algo les está pasando).
Si nos resulta difícil la comunicación con nuestros hijos o saber qué problemas tienen, es bueno hablarlo y coordinarnos con sus tutores.
Si fuera necesario, tampoco hay nada de malo en buscar ayuda externa: clases de refuerzo, pedagogos, psicólogos, etc.
Ante un problema solo hay una cosa que no debemos hacer jamás: ¡no hacer nada!
A lo largo de todo el curso escolar…
Los padres tenemos un papel muy importante en el éxito o en el fracaso de la vida escolar de nuestros hijos. Una vez comenzado el curso escolar hay seis aspectos básicos que no debemos descuidar:
- Mostrar interés por todo lo que hacen en la escuela.
- Dedicarles tiempo a sus estudios (conversando con ellos sobre sus inquietudes y dificultades, ayudándoles con sus deberes si lo necesitan…).
- Proporcionarles un ambiente adecuado y agradable en casa para el estudio, no sólo físicamente sino también brindándoles nuestro apoyo emocional y psicológico, así como ayudándolos a fortalecer su disciplina.
- Felicitarlos en sus logros, sobre todo los que han sido muy laboriosos. Esto no quiere decir que los debemos premiar con cosas materiales o con promesas de ir a sitios o de hacer cosas, sino con nuestro cariño y atención hacia ellos y hacia lo que hacen.
- Apoyarlos en sus momentos difíciles, ayudándolos a encontrar soluciones a sus problemas y sin menospreciarlos jamás.
- Y tal vez lo más importante: fomentar siempre la comunicación con nuestros hijos.
Si te queda tiempo y energía puedes considerar apuntarte al AMPA del colegio.
Es bueno que te impliques y sobre todo que mantengas una buena comunicación con sus tutores de forma regular.
No hay nada de malo en solicitar reuniones con sus tutores siempre que lo consideremos necesario.
Espero que esta información te sea útil. Si quieres puedes dar tu opinión y dejar un comentario. ¡Me encantará saber qué piensas!

Hasta el próximo artículo, ¡y buen curso escolar para todos!