¿Tu hijo tiene miedo de los bichos o, por lo contrario, es un apasionado de todo ser viviente?
Como ya sabes, me gusta sacar provecho de las situaciones cotidianas para despertar el interés y satisfacer la curiosidad innata de mis hijos.
Cualquier excusa es una oportunidad.
El tema de los bichos es ideal para trabajar la pasión, la curiosidad y también el miedo hacia estos animalitos.
Los niños suelen clasificar como «bichos» todos los animalitos o insectos pequeños, desconocidos y que suelen despertar sus fobias, pero también su interés.
Ya se trate de fobia o de interés, los padres tenemos un papel importante en este asunto. A través de mi experiencia personal voy a proponerte ideas que espero que te sirvan para actuar en ambos casos.
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Las fobias a los bichos
Hay niños que tienen fobia a los bichos desconocidos.
Como te dije antes, cuando un niño dice «bicho» habitualmente se refiere a un tipo de insecto o animalito desconocido para él.
A determinadas edades las fobias en los niños son normales y no hay que alarmarse. En los niños entre los 2 y los 8 años de edad, tener cierto miedo a cualquier bicho que no sepan identificar entra dentro de los parámetros normales.
Sin embargo, una parte de nuestro papel como adultos consiste en guiarlos para que superen todo tipo de miedos.
La fobia o el miedo a los bichos la podemos trabajar de diferentes maneras.
Te pondré ejemplos de experiencias que he llevado a cabo con mis hijos. Puedes utilizarlos como tal como te los explico o, mejor aún, puedes adaptarlos según la edad y la etapa evolutiva en que se encuentre tu pequeño.
Ten presente que el punto de partida es siempre el respeto, tanto a los niños como a los bichos.
Así, además de diluir las posibles fobias que tus niños puedan mostrar hacia cierta clase de bichos, tus pequeños aprenderán a respetar y a amar a la naturaleza y a los seres del planeta.
Trabajando las fobias a los bichos en los niños
Una buena práctica para trabajar las fobias en los más pequeños es a través de imágenes o dibujos de los bichos que les generen temor.
Podemos utilizar imágenes para hacer un puzzle, un memory, un dominó o cualquier juego de este tipo que pueda despertar el interés en tus hijos.
Colorear dibujos de insectos nos puede ayudar mucho en esta tarea. Puedes colorearlos con ellos, y mientras pasas un buen rato puedes aprovechar para hablarles del insecto en si.
Les puedes explicar tranquilamente que no le deben tener miedo, que es inofensivo y que no les hará ningún daño.
También puedes trabajar con canciones: son una buena herramienta educativa, y pueden ser muy buenas aliadas cuando se trata de niños pequeños.
Si tu pequeño tiene miedo a las arañas puedes hacerle, por ejemplo, una araña de tela y luego ponerle el nombre juntos. Tal vez hasta se transforme en su juguete favorito, porque se lo habrás hecho tú.
Si tiene miedo a las hormigas puedes dibujarle una, o hacer una hormiga de plastilina junto con tu pequeño y explicarle alguna característica interesante (por ejemplo, que son muy trabajadoras).
Te dejo un enlace para que veas un cuento de insectos que tal vez te inspire.
Y también te dejo este vídeo sobre insectos hechos con dibujos de arena. Me parece muy creativo.
Puedes usar tus propias ideas para trabajar con tu pequeño. Seguro que se te ocurren muchas, ¡y ya verás que algunas serán muy interesantes! Si lo deseas puedes compartirlas a través de los comentarios.
La curiosidad y la pasión por los bichos
Si, por el contrario, tu hijo muestra mucho interés y es propenso a tocar cualquier tipo de insecto o animal desconocido, deberás intervenir para evitar situaciones de riesgo.
Hazle saber que no todos los animales son inofensivos, y enséñale a ser prudente.
Debes transmitirle prudencia, y asegurarte de que la observación se realice teniendo en cuenta la seguridad del pequeño.
No se trata de asustarlo ni de segar su curiosidad, sino de hacerlo consciente de que a veces no todo es tan inofensivo como parece.
Debemos reconducir esta curiosidad natural y facilitarle los conocimientos que lo prevengan de situaciones de riesgo.
Propuestas para trabajar las fobias y la curiosidad de los niños hacia los bichos
Un buen método de estudio para observar bichos consiste en tener un huerto. Un huerto te proporciona alimentos saludables, y además es una fuente de investigación inagotable.
Un huerto atraerá insectos que se alimentarán de las típicas plagas que aparecen en los cultivos. Los niños podrán así estudiar los insectos y las plagas sin estar «expuestos a peligros» (al menos a peligros que no podamos controlar).
Si no dispones de un terreno donde hacer tu huerto, siempre puedes hacer un huerto urbano en tu propio balcón.
Si te decides a hacer un huerto urbano, tal vez te encuentres en tu casa con visitas tan interesantes como las que tuvimos nosotros:


Otra actividad muy útil (y aún diría más: indispensable) consiste en hacer un cuaderno de explorador.
Ya verás que a tus pequeños les encantará tener su propia libreta especial para anotar y dibujar todo lo que encuentren a la salida del cole o en alguna excursión a la naturaleza.
Un juguete muy útil que también te recomiendo es el Triple Bug Viewer. Es genial para investigar y satisfacer la curiosidad de los pequeños de forma segura. No es caro y lo puedes pedir en Amazon.
¿Qué te parece el mundo de los bichos? ¿Te gustan o te dan miedo? Cuéntamelo todo en los comentarios. 😉